Chile se ha convertido en un destino privilegiado para el turismo astronómico. Sus cielos despejados, especialmente en el norte, ofrecen condiciones únicas para la observación de estrellas y planetas.
Observatorios como Paranal, La Silla y ALMA han atraído la atención mundial. Muchos de ellos abren sus puertas a visitantes, que pueden conocer cómo funciona la astronomía de vanguardia.
El fenómeno se ha extendido a comunidades locales, que ofrecen tours astronómicos en pueblos del desierto de Atacama. La experiencia combina ciencia, cultura y un cielo lleno de estrellas.
Eventos como eclipses solares han reforzado esta tendencia, atrayendo a miles de turistas internacionales. En 2019, Chile fue epicentro mundial al recibir visitantes de todo el planeta.
Con este impulso, el turismo astronómico se proyecta como un motor de desarrollo sustentable. Chile reafirma su condición de “ventana al universo”.