Durante la pandemia, muchas personas comenzaron a trabajar desde casa, y las mascotas se volvieron compañeras inseparables. Pero con el tiempo, también surgieron problemas: dependencia, ansiedad y sobreestimulación.
Los perros y gatos, acostumbrados a tener compañía 24/7, ahora enfrentan confusión cuando sus humanos vuelven a salir. Algunos presentan estrés, otros desarrollan conductas destructivas.
La clave está en enseñarles rutinas predecibles y momentos de descanso. No todo el día debe ser juego: los animales también necesitan tiempos de calma.
Teletrabajo no significa atención constante. Significa compartir espacio con respeto y límites saludables.