En algunas partes del mundo, las rocas pueden cantar. Y no es fantasía, es física.
En ciertas zonas de Vietnam, China o África existen formaciones rocosas que, al ser golpeadas, producen notas musicales. Estos “litófonos” fueron usados en rituales ancestrales y hoy son objeto de estudio por su capacidad acústica. Algunas rocas, debido a su composición y forma, vibran al ser golpeadas con varillas, generando sonidos afinados.
Arqueólogos han encontrado litófonos de más de 5.000 años de antigüedad. Y algunos museos permiten escucharlos en vivo. Su existencia revela una profunda conexión entre el ser humano y el paisaje sonoro, mucho antes de la invención de instrumentos formales.
El universo está lleno de música… incluso en la piedra.